Las láminas de acrílico tienen aplicaciones prácticamente en todo lo que nos rodea en la vida diaria, desde lámparas pequeñas hasta edificios.

Existen diversos tipos:


Láminas de acrílico de fundición (casting): es la de mayor claridad óptica y resistencia al impacto. Tiene mayor peso molecular que el acrílico extruído, tiene mayor resistencia a solventes y una superficie más dura. Es de fácil transformación y termoformado. Se recomienda para uso en anuncios, domos, muebles, acuarios, decoración y arte.

Láminas de acrílico de fundición continua (continuous casting): es una alternativa de menor costo a la hoja fundida en celdas. El acrílico continuous casting se funde vertiendo acrílico polimerizado en plataformas de acero que son calentadas y enfriadas continuamente entre placas de acero pulido para fabricar una lámina de claridad y estabilidad excepcionales.

Tales láminas son incluso más homogéneas en su espesor que las de fundición en celdas. Por sus características se recomienda usar para domos, jacuzzis, spa y bañeras de hidromasaje, anuncios, publicidad, y decoración en puntos de venta.

Láminas de acrílico de extrusión (extrusion): el acrílico extruído es el acrílico más versátil y multipropósito. Si no tiene un uso específico o de acabados muy especiales es la mejor opción en relación costo/beneficio. Es fácil de transformar, doblar, pegar, pulir, y termoformar.

Es el acrílico de menor peso y de alta resistencia, por lo que representa la mejor alternativa al vidrio (porque es cerca de la mitad en peso y hasta cinco veces más resistente).